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El fin de una era: La transformación legal de la tauromaquia en Ciudad de México

  • Flexlex
  • 1 abr
  • 2 Min. de lectura



El 18 de marzo de 2025, el Congreso de la Ciudad de México aprobó una reforma histórica que transforma la tauromaquia tradicional en un espectáculo no violento. Con 61 votos a favor y solo uno en contra, la legislación busca equilibrar la protección del patrimonio cultural con una creciente demanda social por el bienestar animal, marcando así un punto de inflexión legal y simbólico para una de las tradiciones más controvertidas del país.


La reforma: de la muerte a la exhibición

En lugar de emitir una prohibición total, como lo hicieron temporalmente los tribunales en 2022, la nueva legislación introduce el concepto legal de “espectáculo taurino no violento”. La ley, publicada en la Gaceta Oficial, establece los siguientes puntos clave:


  • Prohibición de la violencia y la muerte: Se prohíbe estrictamente el uso de instrumentos punzocortantes—como lanzas, banderillas y espadas. Los toros ya no podrán ser sacrificados dentro o fuera del ruedo tras la función; deberán ser devueltos vivos a sus ranchos.

  • Salvaguardas para el bienestar animal: Los toros no deben sufrir daño físico antes, durante ni después del evento. Cualquier forma de maltrato o lesión será motivo de sanción.

  • Límites de tiempo: Cada corrida no podrá exceder los 10 minutos por animal, con un máximo total de 30 minutos por evento.

  • Sanciones: Los organizadores que violen la ley—especialmente si causan la muerte del toro—podrán enfrentar multas de hasta MXN 339,000 (aproximadamente USD 20,000).


La reforma es resultado de varios años de batallas judiciales, protestas civiles y un cambio en la opinión pública en la capital del país—durante mucho tiempo un bastión cultural de la tauromaquia tradicional y sede de la icónica Plaza México, la plaza de toros más grande del mundo.


Lecciones del extranjero

El modelo de la Ciudad de México recuerda una reforma similar intentada en las Islas Baleares de España en 2017, donde las autoridades buscaron implementar “corridas sin sangre”. Aquella iniciativa enfrentó años de litigios y finalmente fue anulada por el Tribunal Constitucional de España. Los críticos sostienen que desmontar la tauromaquia sin prohibirla explícitamente genera confusión legal y reacciones culturales adversas.

Aún está por verse si la Ciudad de México logrará aplicar la reforma de manera efectiva—y si el público continuará asistiendo a corridas no letales.


Reflexión final

La reforma en la Ciudad de México es un compromiso legalmente creativo y estratégicamente político. No prohíbe la tauromaquia de forma directa, pero hace inviable su forma tradicional desde el punto de vista legal. A medida que otros estados mexicanos consideran legislaciones similares, y el debate nacional sobre el bienestar animal se intensifica, el enfoque de la capital podría convertirse tanto en un modelo como en un campo de batalla.



 
 
 

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